viernes, 21 de mayo de 2010
¿Qué esperas?
domingo, 27 de septiembre de 2009
RETRATO DE FAMILIA
Junto a su regazo, sentada en el retrato como él frente al ventanal de la Torre Latino, con ese río de luces sepias de la ciudad a sus espaldas, mi madre se quedó con los años de abuelita cuidándola, y con la misma suerte de sujetarse de cualquier hierba para trepar el cerro, porque los árboles se le secaron en el camino. Se fue a por el destino con un sólo par de pies, y con dos manos a moldear la arcilla cocida bajo el techo. Está junto a mi, esperando.
De la mano de mamá, haciendo muecas al piso están los de mi sangre, jugando a no mirar por la ventana el agua incandescente en que se ahoga la noche de la ciudad de hace no sé cuántas noches. Se han cruzado sus dedos, uno al otro; dedos cómplices de sinrrazones torpes vertidas en un puente quebrado. Han huido por veras distintas, tras de sí las mismas huellas.
La sombra tras la tinta quiere tomar el cuerpo de algún infeliz con una suerte distinta...
miércoles, 16 de septiembre de 2009
FUGA EN MASA
Esta es una venganza de tinta contra las ilusiones desprovistas de futuro. Sepan todas y cada una que pese al dolor de mancillarlas a porrazos del teclado, siguen prendidas a una mirada que roba almas, que no suspiros; que punza la espera y contiene todos los mundos sin inmutarse.
Y qué facil es ir y venir, posar y despojar del fuego a la hoguera. Qué facil encontraron el camino del cofre que no supieron robar, qué días de pureza en el aire y de turbiedad en los pasos que no dejaron huella.
Se van, como todo, y se va la rabia de una estrella muerta tras otra. Se van porque yo supe que debían irse y porque vi en su andar que las puertas eran otras.
Malvenidas hayan sido y bienhayadas a la postre, porque horas más tarde las encontraré, lo juro.
jueves, 10 de septiembre de 2009
TAHURES
Copa a copa, espada tras espada se desvanecen en la mesa donde se apuesta lo que no se tiene, donde perder es lo más que se puede ganar.
Qué más da la bebida, una botana, la mirada lasciva de una mucama, qué mas da si en los desvelos de una noche imaginaria las manos escupen fortuna para apostarle a todo el mundo, si cuando el juego esté seguro haya que abrir los ojos.
De todas, fuiste tú la que duele porque pagué por verte y te oculté bajo la manga cuando no había ya nada qué hacer. Y me gasté tus oros, y bebiste de mis copas, y nos entendimos a bastos y espadas, y te perdí en el mazo.
Me quedé si ncartas y no habrá revancha.
martes, 8 de septiembre de 2009
Y NO TE VAS
lunes, 7 de septiembre de 2009
SIN REMEDIO
domingo, 6 de septiembre de 2009
GRITAR EN EL SILENCIO
I
Hay ratos en que me lo dices todo con tu mirada. Tus ojos llenos de luz me gritan lo que jamás escucharé de mil labios. Hay ratos en que tu mano es un antídoto universal, que abrazado espontáneamente de mi cuello, se lleva la zozobra del día y deja en mi piel de bellos erizados un suave calor amoroso.
Hay ratos en que eres toda para mí: en la calle, el bus o los pasillos de la universidad. Y te basta un par de segundos para dedicarte a mí, para saberlo yo, que apenas puedo concebir tu entrega. No vale nada entonces, más que abandonarse a la fugacidad de los segundos, tan preciados como una botella encontrada a la deriva para quien dejó un mensaje en ella.
Hay ratos también en los que no estás, y yo me canso de hacer malabares con el clima, la rutina diaria y mil tonterías para que me quieras como lo haces cuando me lo dices todo con una mirada.
II
Pasar la mirada por sobre nosotros es como no tener nada y mirar por las ventanas la cena familiar.
¿Y si te digo que a nadie le importa que mi brazo se enrede en tu cuello en esa foto que comienza a decolorarse?, ¿y si frente a tu puerta me robas un beso?, ¿y si de vez en cuando desatas el nudo de tus dedos y me regalas un par de esas palabras?
Junto a mi, al rededor mío las parejas se desmoronan fundiéndose en palabras, besos, caricias, ganas, deseo; en el amoroso cinismo de cada mañana, cuando al despertar se saben dos contra todas las corrientes.
Los miro y pienso en ti, y sé que no te veré, y si te veo sé que te racionarás para no levantar sospechas de que alguien por fin es incapaz de huir de tu mirada.
Sé que si vienes me acribillarás a manzalva con la furia de tu cotidianidad plagada de inquietudes y reclamos, y yo me quedaré con la mirada baja y mi mano junto a la tuya porque no se puede hacer más, porque mis palabras sólo sirven para hundirse en tu oleaje desbordado.
Esta ciudad y sus enamorados me despiertan una envidia enconada, y si la trsiteza me visita es porque te quedas sentada a mirar al mundo, sujetando mi mano, con el deseo de perder el miedo sin dejarlo escapar.